BIENVENIDOS

Deseo agradecerles la deferencia de acercarse a este espacio que constituye un avance profundo en el amplio campo de la Odontología Forense. En este sitio van a encontrar una modalidad de acción en cada caso que, puede rozar lo particular e inédito de los procedimientos para arribar a la conclusión de que la Odontología en general ha dejado de ser la hermana menor de la Medicina por haberse transformado en una ciencia autónoma por contar con procedimientos propios, fundamentación metodológica rigurosamente científica y de una indiscutible y trascendental proyección social, pasando a ser así definitivamente una rama de la Antropología como lo es la Medicina, entre otras. Y más precisamente en el campo de la Odontología Forense se abre un camino infinito, como una verdadera especialidad, dentro de la currícula del Odontólogo.

Los invito amigos lectores a que transitemos juntos este maravilloso y próspero camino.


Prof. Dr. Héctor José Ceppi

A 100 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL DR. RENÉ FAVALORO, VERDADERO PRÓCER EN EL ÁREA DE LA SALUD DE LA REPÚBLICA ARGENTINA



Después del infortunio inesperado del Dr. René Favaloro y a pocos días, decidí escribir en el espacio “Cartas del Lector” del diario La Voz del Interior; lo que creo oportuno hoy rememorarlo. Es por ello que hoy me permito transcribirlo, como homenaje a uno de los fervientes luchadores para salvar miles de vidas con sus bypass y otras proyecciones en el área de la salud.

El Dr. René Favaloro en cada una de sus relaciones, disciplinas, equipos de trabajos y al público en general,  hacía  fluir como agua de manantial, profundas reflexiones, colmadas de humanismo, esperanza, fe y amor, como verdadero mensajero del mandato superior de servir a los demás, para que todos pudieran acceder por igual a los servicios asistenciales en salud, sin impedimentos económicos, sociales y mucho menos políticos o religiosos, evitando que la salud cayera en lo que ya él avizoraba, que se transformara en una simple mercancía, y para colmo, de lujo.

Dado su inesperado y conmovedor desenlace, tan doloroso por tratar de dar todo para la salud que es la vida misma, existiendo formas, maneras y estructuras posibles en nuestro país para que la salud sea posible para todos, sin impedimentos de ninguna naturaleza. Es por ello que escuchando sus clamores, que nos hacen emerger inquietudes de sugerir un sistema de salud provincial autogestionado, a través de un consejo de administración constituido democráticamente con los votos de los diferentes estamentos sociales proponiendo titulares y suplentes, como único efector de la salud de las provincias, basados en tres pilares fundamentales, primero el cumplimiento de nuestra Constitución Nacional, segundo la verdadera democracia, igualitaria y participativa, y tercero, la solidaridad global, que encierra en su contexto general,  principios que unen las leyes escritas con las espirituales, como son la bondad, los afectos, el cariño, el respeto, la vocación, etc.

Son estructuras factibles de ser aplicadas, siempre con la supervisión del Ministerio de Salud Pública provincial por su autonomía, y también por el Ministerio de Salud de la Nación, por mandato de nuestra Constitución Nacional. 



Texto de la nota publicada en La Voz del Interior

Llamado de atención

Señor Director:

No caben dudas de que su desenlace trágico fue un desesperado llamado de atención, que dejó profundas heridas ejemplarizadoras, al destruirse el órgano que enseñó a recuperar en miles de personas del mundo entero.

Su humanidad, solidaridad y sabiduría puestas al servicio de los demás no le sirvieron para no cometer errores, como ser su muerte, quizá como trampolín para engrosar las filas de tantos mártires y así liberar a sus semejantes del sufrimiento y muerte, sin distinción de pobreza, riqueza, raza, edad, sexo, distancias, etcétera.

Se fue concienzudamente con sus manos apretadas y no como estaba acostumbrado a tenderlas, manos que eran sagradas y que, por las diversas adversidades contra las que tanto luchó, hasta tuvo que pasar por mendigo, debido a las incongruencias que no permiten distinguir a los hombres que luchan a favor de los que lo hacen en contra de la humanidad y la vida.

Fue un verdadero luchador cuyos objetivos eran el bien general y no el suyo propio, y prefirió a su país en la humildad a lo foráneo en la opulencia.

¿Cuántas veces nos habló de la formación del médico y la degradación actual, propia de un sistema globalizado y capitalista, sin ningún de basamento humanístico y social? ¿cuánto remó en contra de un sistema asistencial para pobres y otro para ricos? No fueron escuchados sus requerimientos, cuando no blasfemado por una masificación de profesionales carentes de realidad y que lo rozan lo incorrecto, son elementos que nos permiten leer en su actitud consciente que ninguno de sus logros y reconocimientos sirvieron para advertir sus reclamos y poder salir de este estado de cosas que hieren tanto la dignidad social y humana.

Favaloro llenó de orgullo al mundo entero y tuvo, para reflexión de los argentinos, que precipitar su muerte para ser escuchado llamando la atención ante tanta indiferencia. Fue un verdadero maestro y ejemplo de vida, que nos tiene que servir como referente para luchar y corregir las causas que causan tanto dolor y alistamos definitivamente en las filas de los que luchan por el bienestar y la vida, al corregir lo que tiene solución, el nivel académico del profesional de la salud y el sistema asistencial argentino, y hacerlo accesible para todos, oportuno, integral, igualitario, eficiente, controlado y humanitario.

HÉCTOR JOSÉ CEPPI
PROFESOR DOCTOR

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