BIENVENIDOS

Deseo agradecerles la deferencia de acercarse a este espacio que constituye un avance profundo en el amplio campo de la Odontología Forense. En este sitio van a encontrar una modalidad de acción en cada caso que, puede rozar lo particular e inédito de los procedimientos para arribar a la conclusión de que la Odontología en general ha dejado de ser la hermana menor de la Medicina por haberse transformado en una ciencia autónoma por contar con procedimientos propios, fundamentación metodológica rigurosamente científica y de una indiscutible y trascendental proyección social, pasando a ser así definitivamente una rama de la Antropología como lo es la Medicina, entre otras. Y más precisamente en el campo de la Odontología Forense se abre un camino infinito, como una verdadera especialidad, dentro de la currícula del Odontólogo.

Los invito amigos lectores a que transitemos juntos este maravilloso y próspero camino.


Prof. Dr. Héctor José Ceppi

IDENTIFICACIÓN ODONTOLÓGICA


Conferencia brindada el 27/02/92
Primeras Jornadas Provinciales de Criminología y Ciencias Afines, Alta Gracia.

Sean mis primeras palabras el agradecimiento al Señor Coordinador General de estas Jornadas, Eduardo Castillo Páez por sus generosas y elogiosas apreciaciones.

Pero lo que estoy plenamente convencido es de la intencionalidad de estas Jornadas; el objetivo de recopilar de cada uno de los aportes personales de los expositores, aprovechando el potencial científico de cada uno, para que después de esa indispensable interrelación personal y sobre todo, interinstitucional, permanente que la sociedad toda hoy nos reclama, sea parte del ingrediente indispensable para lograr la adecuación y transformación de las estructuras hoy vigentes y así lograr la felicidad de nuestros habitantes, porque cuando las estructuras políticas y sociales no armonizan su funcionamiento, con vistas a un fin común, se entronizan en la las mismas el virus de su propia destrucción. Y nada más acertado, señores, que de esta ciudad del Tajamar, con el incesante trajinar de sus ríos y arroyos, y el verdor de sus estribaciones montañosas, hacen al mensaje esperanzado para un futuro más equitativo y justo, para el bien de la justicia y la sociedad toda.

Yo he sido convocado para que en estas Jornadas tratemos el tema sobre los lineamientos generales de la identificación humana en Odontología; y nada más oportuno que decir siguiendo con el Dr. Vicente Vertini en su texto “Identidad e identificación” que por el imperio ineludible de los factores biológicos de la herencia los ascendientes claro está en la escala zoológica transmiten a sus dependientes las características anatómicas, fisiológicas, genéticas, psíquicas y sociales que le son propias, sean estas normales, anormales o patológicas.

Estas características serán conservadas, acentuadas, modificadas o eliminadas de acuerdo con las leyes biológicas de la herencia y la evolución. Ahora bien, la presencia de ciertas características comunes en un gran número de personas darán el origen de la raza y éstas serán más puras cuando esas características sean más evidentes y acentuadas. Pero a su vez, tenemos que dentro de las razas, podemos observar ciertas características que se manifiestan en el individuo singularizándolo de manera inconfundible, y son justamente esos detalles anatómicos, fisiológicos, genéticos, psíquicos y sociales los que constituyen la individualidad de una persona, es decir su identidad.

Del estudio, clasificación, utilización de esos detalles con el objeto de establecer de forma cierta e inconfundible la individualidad de una persona es lo que se conoce con el nombre de identificación.

Pero no tenemos que olvidar que en toda regla hay excepciones, y así podemos dar el caso de los “Sosías”, palabra con la que se expresa el parecido entre dos personas, este nombre viene referido a la historia, cuando Plouton en su anfitrión y que luego Moliere repitió en su comedia, en ambas obras el personaje de nombre Sosías eran tan parecidos con otra persona, que se los confundía, y desde entonces la palabra se la utiliza para designar a individuos que presentan un gran parecido.

Existen numerosos casos célebres, entre ellos la Duquesa de Cumberland y la Duquesa de Ahosta, Roosvelt y el ingeniero Foster Hudleston, quien durante la presidencia del primero, fue motivo de efusivas demostraciones callejeras en virtud de su enorme parecido, como el caso aparecido en La Voz del Interior (1/6/60) donde se relata la pillatería de los mellizos Henry y Armando Muller, que mientras uno se emborrachaba y se hacía tomar preso, el otro a esa misma hora cometía hechos delictuosos y luego, argüía que él a esa hora estaba preso.

Después de estas oportunas reflexiones, ensayaremos una definición de identificación, y decimos con Beltrán, que la identidad es el conjunto de caracteres que individualizan a una persona, y da como individualidad, al conjunto de elementos anatómicos, estables que definen la personalidad física de un sujeto, y como identificación al conjunto de procedimientos empleados para establecer la identidad de una persona.

Lithé la define diciendo que es la descripción de una persona que se quiere conocer, otros autores dicen que es el conjunto de procedimientos que utilizan los criminalistas para identificar a las personas; pero como vemos esta definición emplea dos términos iguales, por lo tanto no la creemos aceptable. En realidad, la definición más aceptable es la de reconocimiento de una cosa como tal porque explica mejor la identificación, nosotros para hacerla más comprensible comparamos la igualdad con la identidad, y damos el siguiente ejemplo: Si tomamos dos manzanas o naranjas bien parecidas, decimos que son iguales, suponiéndonos en mente multiplicidad, una manzana es igual a otra, ésta es igual a otra, etc. pero no podemos dejar de decir que a su vez cada manzana o naranja es idéntica a sí misma, lo que nos da la idea de unidad.

A la finalidad de la identificación la podemos dividir en tres grandes grupos:

1.- Criminalística o Penal.
2.- Civil.
3.- Científica.

A la finalidad Criminalística o Penal es la que tiene por objeto individualizar a los autores de un delito para hacerlo pasible de una pena o sanción, que la sociedad tiene establecida por sus leyes de represión.

No es frecuente, por fortuna pero sí para que el hecho nos cause preocupación, cuando nos enteramos que una persona está cumpliendo una condena por un delito que no cometió; por error de la justicia, entonces es aquí donde nace la necesidad de identificación sin desacierto, no olvidemos que no hay nada más que hiera dolorosamente a la sociedad y sus individuos que cuando se castiga injustamente a un inocente. De ahí que sea un principio de aceptación universal que en caso de dudas sobre la identidad del inculpado o deficiencias en las pruebas, la vara de la justicia deba inclinarse a favor de aquel aforismo “In dubio pro reo”. Pero por ello no podemos olvidar que existe otro aspecto de la identificación, y es justamente, la necesidad que tiene la sociedad para su defensa de conocer aquellos individuos que desgraciadamente manifiestan tener un tendencia a delinquir.

La finalidad Civil de la identificación, nace cuando se hace necesario poner en juego la providencia para hacer efectivo un derecho de la vida, de la relación de las personas, y no se trata de hechos criminales sino de interés material o moral. La finalidad Civil no es menor en ningún aspecto que la finalidad penal.

Por último, tenemos la finalidad Científica que trata por ejemplo que a través de las impresiones plantales se han podido clasificar las comadrejas, en distintos grupos. Tenemos el caso de Fernando Pérez, embajador de España en 1937 que encontró las huellas digitales en un cuadro pintado por Leonardo Da Vinci.

Compartiendo con un famoso filósofo de la actualidad, Aristóteles, diremos que para tener una mayor y mejor intuición de la realidad tenemos que mirar las cosas a través de su evolución y a partir de su primer origen. Es por ello, que daremos un pantallazo somero histórico sobre la evolución de los procedimientos de identificación. Y así decimos, hasta el año 1700 en Francia a los criminales se les cortaban las orejas, a principios de 1800 en Rusia se les cortaban las narices. El hierro candente también se utilizó y se los marcaba a los individuos en la frente o en la espalda.

Asi llegamos al año 1854 cuando aparece la fotografía que luego por las modificaciones de rostro que pueden realizarse se la comenzó a utilizar más como un procedimiento de filiación que de identificación.

El tatuaje se utilizó como procedimiento de identificación en Inglaterra en 1882, Beltrán lo propuso y prosperó mucho después. Los tatuajes se clasificaban en:

a) Decorativos (nombre de familiares, cónyuges, humorísticos)
b) Identificativos (con números como en los campos de concentración).
c) Médicos (según la utilización de ciertos medicamentos).
d) Criptográficos (símbolos o emblemas).

En el año 1882 aparece Bertillón que propone la Antropometría, basado en ciertas mediciones corporales después de cierta edad del individuo y se le denominó “Bertillonaje”.

Este procedimiento está basado en las variaciones de medidas del esqueleto sobre los individuos y la relativa fijeza de ellos en las personas adultas, y se hace sobre la talla, busto, largo yn ancho de la cabeza, largo del pie izquierdo, del dedo mayor, etc. A Bertillón le cabe el honor de haber creado otro procedimiento que en la actualidad se lo utiliza universalmente, y es el retrato hablado, que consiste en el empleo de letras y palabras breves, convencionales y cada uno describe un rasgo fisonómico, en especial de la nariz, oreja, frente. Consiste en conclusiones en describir los rasgos fisonómicos de una persona que cometió un delito y un adiestrado de la policía con estos datos reproduce su rostro lo más exacto posible, para luego darlos a la publicidad.

Luego, este procedimiento fue complementado con el Identikit, y fue Mac Donald que con un juego de 540 laminillas que están enumeradas y cada una tiene un rasgo fisonómico determinado, y ese número formado con todas las laminillas pasarán a formar el rostro que se transmiten a todas las garitas y centros policiales, y ellos que tienen un juego con ese número forman el rostro rápidamente.

En el año 1891 Vucetich en la Policía de La Plata propone el sistema dactiloscópico y el 29/6/1892 lo consagra para su universalización por el doble filicidio de Necochea.

Este procedimiento está basado en las anfractuosidades que se observan en los pulpejos de los dedos de la mano, pies y en sus plantas, palmas de las manos, porque poseen características que las transforman en muy particulares: Son invariables, son perennes, son distintas y no son hereditarias.

A todos estos procedimientos los podemos clasificar entre otros como procedimientos de identificación general, pero existen los que denominaremos especiales y entre ellos los Médicos, Odontológicos y Antropológicos, etc.

Pero señores, la Odontología cuenta con procedimientos propios de identificación como lo son la Ficha Odontológica, la Rugas Palatinas, la Odontometría, las Mordeduras y la Quieloscopia o impresiones de los labios. A su vez, cuenta con un sinnúmero de elementos de incuestionable valor para contribuir con la justicia, tanto en la vida intrauterina como después de su nacimiento, elementos que nos permiten determinar con máxima exactitud la edad, sexo, raza, y talla de las personas.

La Ficha Odontológica (Ver post sobre Ficha) nos brinda un procedimiento de identificación trascendental, porque en ella se registra el estado grupal de los pacientes y su variación a través del tiempo, con arreglos que por los materiales que se utilizan son casi inalterables con el tiempo y las altas temperaturas, y si a esto le sumamos que los dientes son los tejidos más duros del organismo porque una vez desaparecidas las demás partes del cuerpo quedan como pruebas contundentes de la identidad de las personas.

En las grandes catástrofes sean de aviación, navieros o atentados terroristas con grandes destrucciones, es ahí donde nace la función del odontólogo forense, también para identificación de las fosas comunes, caso Malvinas, etc.

Existen numerosos casos célebres que se han identificado gracias a la Ficha Odontológica, ejemplo Carlos Gardel en Medellín, la Srta. Penjerek, el caso Aramburu, etc.

Las Rugoscopías es otro de los procedimientos odontológicos de identificación y está basado en las anfractuosidades crestas o abultamientos que se observan en los tejidos blandos del paladar, las rugas palatinas tienen características particulares:

1) Son propias de los tejidos blandos.
2) Son diferentes en todas las personas.
3) Son perennes desde el quinto mes de la vida intrauterina hasta mucho después de muerto.
4) Son invariables, no se modifican sus formas en el transcurso de la vida.
5) No son hereditarias.
6) Son asimétricas, distintas unas de otras, de un lado y del otro del paladar, en una misma persona.

Se la utilizó en la policía de Norteamérica y Brasil, pero debido a lo dificultoso de su archivo al tener que guardar los moldes de las impresiones se las dejó de utilizar. Pero hoy con la computación y las nítidas fotografías puede ser un sistema a utilizar sin inconvenientes.

El primero que las utilizó fue López de León en Guatemala en el 1924, que para su estudio las clasificó en Rectas, Curvas, Angulares y Circulares. Las subdividió en Simples y Compuestas, relacionándolas con el temperamento del individuo, Embilioso, Sanguíneo o Nervioso y Linfático, y a la papila interdentaria, en Pequeña, Mediana y Grande, datos que los asentaba en una ficha palastoscópica.

Un argentino Uvaldo Carrea también se ocupó de la utilización de las rugas palatinas, y las clasificó según la dirección de las mismas en cuatro grande grupos:

1.- Meciales, cuando las líneas directrices se dirigen hacia la papila interdentaria.
2.- Laterales, cuando se dirigen a ambos lados del rafe medio del paladar.
3.- Endistales, cuando las líneas se dirigen hacia la parte posterior del paladar.
4.- En sentido variado.

Luego, establece 94 tipos de rugas y a la papila interdentaria, la divide en pequeña, mediana y grandes; y al rafe medio, en simple y bifurcado, hacia la derecha e izquierda.

Otro autor que utilizó las rugas como método de identificación humano fue Luis Silva del Brasil, en el año 1935, que las llegó a implantar en la policía de ese país. Las clasificaba con el Nº 1 a las rectas, con el Nº 2 a las curvas, con el Nº 3 a las angulares, con el Nº 4 a las circulares, con el Nº 5 a las sinuosas y con el Nº 6 a las en forma de punto, confeccionando un estomatograma.


Pasando a ser así el número de ficha 324152- Total 9.

Este sistema tenía como inconveniente el archivo de los modelos de yeso, pero hoy con la computadora y fotografía digital perfecta se da por solucionado.

Otro procedimiento de identificación odontológica es a través de las mordeduras que son los rastros que dejan los dientes sobre las personas, objetos o sustancias comestibles, en el acto de morder, por no ser todos ellos iguales. Los hay con obturaciones, diastemas que sumados a la conformación anatómica de los maxilares, característica particulares que quedan impresas en el acto de morder. Para su estudio las clasificamos en:

a) Ataque.
b) Defensa.
c) Masoquismo.

Las de ataque se particularizan por los desgarros, y las observamos con mayor frecuencia en las orejas, nariz, pómulos, etc. Eran frecuentes en Sicilia o baja Italia.

En las mordeduras de defensa no hay tironamiento como en las de ataque, sino presentan aplastamiento, y las observamos en los dedos de las manos, en los antebrazos, brazos, etc.

Existen numerosos casos de identificación gracias a las mordeduras, entre ellos, la de la viuda de Cremier y el joven Odister, éste estranguló a la viuda y luego se hizo curar en aquellos tiempos en una farmacia por una herida en el dedo mayor de la mano izquierda, y al ser denunciado por el farmacéutico por las características de la mordedura coincidía con un diastema que tenía en sus dientes la viuda.

Por último tenemos las mordeduras por masoquismo que son debidas a exageraciones sexuales, y por lo general las encontramos en las zonas pudendas.

El otro procedimiento de identificación es el odontométrico, o sistema máxilo mandíbulo dentario de Vicente Bloise, que en su libro el Dr. Carrea como portada nos dice “Que los dientes humanos guardan relaciones precisas e inconfundibles entre sí, sus medidas y formas son proporcionales al sujeto, el largo, ancho y alto de cada diente es proporcional al diente vecino, es proporcional al conjunto que forma el arco dentario, es proporcional a la cara, a la cabeza y al sujeto en su totalidad”. Y nos agregaba “dame un diente y te identificaré a la persona”, y hoy nosotros le podríamos agregar “dame un pedazo de un diente y te identificaré a la persona”. (Ver Caso Nº 1).

Entonces, la Odontometría se basa en las mediciones de los dientes, los egipcios decían que la talla era igual a 16 veces el largo del dedo mayor de la mano, y es así como comenzaron a surgir tablas que hoy son utilizadas con aceptación indiscutible de los huesos humanos

La Diametrología Dentaria estudia varios diámetros, el inciso apical, el ocluso apical, el ocluso cervical y el inciso cervical en los anteriores.

Al diámetro mesio distal se lo toma en el ecuador del diente que es el diámetro mayor y por último tenemos el diámetro anteroposterior que puede ser máximo y mínimo.

La importancia de estos diámetros es que con ellos podemos establecer la razón geométrica del diente, no olvidemos que razón es la comparación entre dos números. Si la hacemos por diferencia, será razón aritmética y si la hacemos por división, será razón geométrica dentaria.

El porcentaje mesio distal es la multiplicación de los diámetros dividido por 100, dándonos el porcentaje mesio distal.

Ahora bien, con estos elementos porcentajes y razón geométrica, nos permitirá calcular cualquier diámetro en función de otro conocido. La distancia bicondilia es igual a cuatro radio cuerda superior y a seis radio cuerda inferior.

Con los rastros o huellas dejadas en el acto de morder también podemos determinar las tallas de las personas, como lo explicaremos en el capítulo mordeduras como procedimiento de identificación odontológica.

La Odontología es una ciencia autónoma, así la consideramos como una rama de la Antropología y no de la Medicina, pasando a ser sólo la hermana menor de ésta, porque cuenta con metodología propia, fundamentación rigurosamente científica y una trascendental función social. Así vemos como la Odontología nos brinda una cantidad considerable de elementos de incuestionable valor contribuir con la justicia, respondiendo por otro lado a los requerimientos de la sociedad.

LA ODONTOLOGÍA CUENTA CON OTROS ELEMENTOS DE INCUESTIONABLE VALOR PARA CONTRIBUIR CON LA JUSTICIA MÁS ALLÁ DE LOS PROCEDIMIENTOS PROPIOS

La diferencia entre los dientes humanos y los de los animales, no estriba solamente por su configuración anatómica, que lo estudiaremos a través del capítulo de reconocimiento de piezas dentarias, sean éstas, normales, anormales o patológicas; también por su número y distribución en el maxilar y mandíbula.

Existe similitud morfológica entre los dientes humanos y los animales, lo que nos hace nacer la necesidad del estudio de la Anatomía comparada, que debe ser otro capítulo de la carrera de Odontólogo Forense que no puede descuidarse, caso Martita Ofelia Stut.

En los seres humanos, los dientes presentan variaciones fundamentales e inconfundibles, según la edad y la determinamos a través de la cronología de la erupción dentaria, tanto de los temporarios como de los permanentes.

Mediante el estudio del ápice radicular se puede determinar la edad, debido a que el ápice termina su formación a los tres años de haber erupcionado, y en los temporarios la Rizoclasia o reabsorción radicular comienza a los tres años de su recambio (Ver Caso Nº 1).

Las características propias de los elementos anteriores de Flor de Lis, nos es valioso para determinar la edad.

El desgaste fisiológico de las caras oclusales de los molares causadas por el acto fisiológico de la masticación es otro elemento que nos determina la edad.

Las facetas de contacto de los molares contribuyen para determinar la edad y estas son mas evidentes en el hombre que en la mujer, aparecen después de los 20 años de edad.

Existe una edad en donde nos encontramos con 52 piezas dentales, 32 permanentes y 20 temporales y se da aproximadamente a los 6 años de las personas, antes del recambio de sus dientes, apareciendo también el germen dentario del tercer molar.

El agujero mentoniano también varía según la edad, en el niño lo encontramos en el proceso vacilar, en el adulto entre el proceso vacilar y el alveolar y en los ancianos, bajo del proceso alveolar.

El ángulo mandibular es determinante también de la edad, en el adulto es recto (90º) en el niño es obtuso (160º) y en el anciano es de 140 º aproximadamente.

En la vida intrauterina podemos determinar la edad, y lo hacemos a través de los puntos de calcificación del maxilar inferior que son:

1.- El vacilar.
2.- El Incisal.
3.- El mentoniano.
4.- El condilar.
5.- El de la espina de Spik.
6.- El de la apófisis coronoide, que aparecen a los 30 ó 35 días de gestación.

Con el signo de Billard podemos determinar el feto a término, debido al tabicamiento óseo que observamos después de los 6 meses de vida intrauterina en el maxilar inferior, a la altura de los molares temporales y su importancia se da en caso de infanticidio, encontrándonos cinco tabicamientos y cuatro alvéolos a los 8 meses y medio, aproximadamente.

El signo de Palma y Bello sobre la calcificación de las cúspides del molar que se unen a los 8 meses y 20 días aproximadamente.

A través de los aparatos de prótesis podemos determinar la edad de las personas, ejemplo Caso Dique de Los Molinos.

También la Odontología cuenta con elementos para determinar la raza y existen varios procedimientos, entre ellos: El ángulo de regresión o convergencia de los molares, que está basado en la teoría de la reducción numérica de Bolk, que nos dice: Que a medida que avanzamos en la escala zoológica, tienden a desaparecer las piezas terminales de cada serie, y así comprobamos que en la raza negra el tercer molar es más grande que el primero, en la raza amarilla el tercero y el primero son iguales, y en la raza blanca, el tercer molar es más pequeño cuando existe; y al estudio lo realizamos trazando dos tangentes por vestibular y lingual de los molares, dándonos un ángulo negativo o positivo según la raza. En las razas inferiores es de más 10, en la amarilla de 0 y en la blanca de menos 5 grados.

Otro método para determinar la raza es a través de la tamización de la dentina a gránulos muy finos y luego se le hace pasar un rayo ultravioleta, que nos dará una refracción de distintos colores según la raza.

El ángulo facial es otro elemento que nos puede hablar según la raza, y este ángulo será más recto a medida que avancemos en la escala zoológica. El ángulo se forma con una línea que pasa por el conducto auditivo externo y la espina nasal, y otra línea que pasa por el rafe medio, y a éste ángulo se lo denomina de Jacuart, otro que pasa por el reborde alveolar y será el ángulo de Cloquet, otro que pasa por el reborde incisal será el de Cubiert, el más estable es el de Jacuart.

El índice de Brocca es otro método que utilizamos para determinar la raza, y lo obtenemos multiplicando el diámetro transverso máximo por cien y lo dividimos por el diámetro que va desde la glabela a la protuberancia occipital, y de acuerdo a este índice puede ser:

1.- Predominio anteroposterior Dolicocéfalo (raza negra, 75 º).
2.- Predominio transverso Braquicéfalo (raza amarilla, 83 a 84 º).
3.- Predominio Mesaticéfalo (raza blanca, 76 a 77º).

El índice de Flower también nos determina la raza, y se establece multiplicando la longitud de un diente por cien, y la dividimos por la distancia naso-basal, que está formado por la sutura naso-frontal, y el punto medio del borde superior del agujero occipital.

Long. del diente x 100
--------------------------- = Índice Dentario
Distancia naso-basal


Este índice nos permite dividir a las personas en tres grupos:

GRUPO---------------------------ÍNDICE
Microdonte-----------------------Inferior a 42, raza blanca.
Mesodonte-----------------------Entre 42 y 43, raza amarilla.
Macrodonte----------------------Superior a los 44, raza negra.


Los signos dentarios profesionales son otros de los elementos que manejamos los odontólogos para identificar a las personas, y lo hacemos debido a las huellas que dejan en los dientes, por ciertos hábitos o costumbres, como el caso de los fumadores de pipa, por el desgaste de las costureras que cortan el hilo con los dientes, los zapateros y tapiceros que llevan las tachuelas a la boca, también los panaderos, carboneros y azucareros por las caries gingivales que se le descubren en sus dientes.

Estoy plenamente seguro que la mayoría de las ciencias tributarias de la Criminología están dispuestas para encontrar en sus investigaciones, estigmas particulares en degenerados y criminales que reflejen con claridad esas tan peligrosas perturbaciones, y así poder prevenir atentados delictuosos extremos. Ejemplo de ello, lo podríamos encontrar en la Odontología que nunca se detuvieron a estudiar las variaciones que se podían detectar en el macizo dento máxilo facial.

La Odontología Forense sintiéndose amparada perfectamente en recursos científicos seguros y eficientes, no puede continuar olvidad en los tratamientos de los problemas de la criminalidad. Se hace necesario que el odontólogo tenga participación en la problemática del quehacer social y poder emitir opinión como representante de una ciencia autónoma, porque ya alguien lo dijo, “en Criminología el tiempo que pasa es la verdad que huye”.

Es tan grande el desafío que nos exige la Odontología en estos aspectos que me tomo el atrevimiento de sugerirles “tratemos de brindarnos en nuestro quehacer con verdadera proyección social, para el bien y felicidad de nuestros semejantes y así lograremos el derecho de esperar de Dios cien veces más”.

Muchas gracias.

1 comentario:

Gustavo dijo...

felicidades un buen trabajo , claro,conciso,didáctico agradable de leer y fácil de aprender